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20-05-2021

Fallecimiento de la colega Anal铆a Mansur

Fallecimiento de la colega Analía Mansur


Desde la Comisión Directiva del Colegio de Psicólogos 1° Circunscripción queremos expresar nuestro profundo dolor por el fallecimiento de la colega Analía Mansur. Acompañamos a su familia y amigos en este momento y nos hacemos eco de las palabras tan significativas que nos hacen llegar desde nuestra Delegación del Norte en honor a ella. 

"Con gran conmoción queremos desde la Delegación abrazar fuertemente a la familia de la colega Analía Mansur que falleció repentinamente. Queremos recordarla reconociéndola por la trayectoria impecable y ética que ha hecho desde la disciplina en nuestra zona, como así también por el entusiasmo que siempre nos transmitió acompañándonos respecto del trabajo por el colectivo psi y su compromiso en la búsqueda insoslayable de derechos para todos los colegas del norte".

Su amiga y colega OLGA SCHULZE en homenaje a ella, ha escrito este texto.

¿Qué será del tiempo por venir sin vos, querida Ana? 

Hay huelga de palabras. El dolor tu partida nos dejó sin palabras. Aturdidos, confusos, casi sepultados. Imagino que, parecido a la locura, en una suerte de enajenación. Estamos raros. 

Sí, estoy -estamos- de duelo. Sentimos, desde hace unos días, empezamos a sentir tu pérdida. 

Nos juntamos en el patio de tu casa, en este mayo cálido, tratamos de poner en palabras lo que creemos haber perdido. 

Escuchamos tu voz de los últimos audios y celosamente los guardamos, no queremos olvidarla. Tu risa contagiosa y exagerada… 

Estamos raros, como un poco locos, como grupo que éramos (casi familia solías decir) e individualmente. 

El duelo es uno de esos estados en los que queda dimensionado el dolor psíquico, abrumador y silencioso. 

Y recurro a Freud: 

En Duelo y Melancolía Freud habla del amor al hablar de la muerte. La persona en estado de duelo ignora el valor intrínseco del amado desaparecido: sabe a quién ha perdido, pero no sabe que es “lo” que ha perdido al perder a su amado.  

Y subraya, el amado es sin duda una persona, pero es en primer lugar y por sobre todo esa parte ignorada e inconsciente de nosotros mismos que se desmorona si la persona desaparece. 

Tengo presente nuestras charlas. Más de 20 años compartiendo nuestro hermoso consultorio en Des-cifrar, lugar que nos cobijaba, y nos representa como grupo. Lugar del que estabas orgullosa, y en el que tu impronta prevalecía. 

En la clínica de todos los días trabajamos con el dolor y sus colores. Intentamos dar palabra al dolor. 

El dolor… que no encontró otro nombre ni con el paso tiempo ni con las modas. 

Coincidíamos en “cuánto” de la clínica es clínica del duelo, de la perdida… Y allí la apuesta, con paciencia, a desplegar en palabras esas lágrimas sofocadas… Y así nos acompañamos, nos sostuvimos de pasillo, con los mates en la cocina… siempre con paciencia, dando tiempo, con templanza, compartiendo valores y creyendo en el valor de la palabra. 

Tu apuesta nunca fue fundamentalista, detestabas las escuelas y su arrogancia, las lecturas difíciles y enigmáticas. Siempre haciendo lugar al sufrimiento para hacer posible un buen vivir. El que cada uno suponga. 

Respetuosa del otro y de sus diferencias… pero no te daba todo igual. Te dolía la indiferencia, los pies descalzos de un niño en la calle, el desamparo en el que viven muchos, la precocidad a la que quedan expuestas algunas niñas grandes… Allí se terminaba la teoría y actuabas, mirabas, escuchabas, buscabas una manta, alcanzabas una manzana. 

Buena mujer, gran amiga, tierna mamá, esposa leal, hija presente, profesional comprometida. 

Te voy a extrañar Gringa. Te vamos a extrañar. 

 

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